Por: La Redacción.
Nuevo Casas Grandes, Chih., a 15 de noviembre del 2023.- Tras la detención y vinculación a proceso de la alcaldesa de Nuevo Casas Grandes, Cynthia Ceballos Delgado y la secretaria de Ayuntamiento, Silvia Ivón Hernández Parra, cuatro regidores de ese municipio acusaron a la edil de hostigamiento, amenazas de muerte y hasta levantones por lo que solicitaron el apoyo de la Fiscalía General del Estado para poder garantizar su seguridad.
Los regidores señalaron que el hostigamiento se dio por parte de ambas funcionarias derivado a que se opusieron a los proyectos de la Presidencia Municipal entre los cuales se encuentra el incremento del impuesto predial y cuentas ocultas.
En un inicio, el acoso inicio con el retiró de la dotación de galletas, refrescos, café y aguas que se disponían para las sesiones de Cabildo, escalando las amenazas hasta llegar a desarrollar las sesiones con la presencia de policías armados con rifles quienes custodiaban el recinto bajo pretexto de estar “garantizando el orden”.
El primero en sufrir en carne propia los embates de la dupla en la silla presidencial, fue el regidor de Seguridad Pública, Policía Vial y Bomberos, Gabriel Orozco Cázares, que luego de varios “levantones” y llamadas amenazado su integridad y la de su familia, se vio obligado a solicitar una licencia de dos meses para “no representar una amenaza” a los intereses de la Administración de Cynthia Ceballos.
“Yo entré con muchas ganas de trabajar y colaborar con el bien del municipio, y lo primero que hice fue estudiar la situación de los departamentos dentro de mi cartera y hacer propuestas, entre ellas poner un tabulador oficial y a la vista del público en el corralón, porque a la gente se les estaba cobrando a como se dejaran… y ahí empezó la pesadilla”, narró uno de los cuatro regidores quien aseguró haber sido victima de Ceballos Delgado y Hernández Parra.
Primero fue un “levantón” en contra de Gabriel Orozco, luego fueron amenazas y tras otro par de “levantones” para llamarle la atención y amenazar su integridad, el regidor terminó pidiendo una licencia el 20 de enero de 2022 para dejar el cargo a su suplente, Uriel Ruiz Murillo, y “recuperar la paz en su persona”.
Dos meses después, el regidor regresó a sus funciones pero con una participación ya más discreta que lo alejaran de problemas.
Otra de las regidoras, quien por obvias razones solicitó omitir su identidad, se encuentra aún bajo vigilancia desde hace más de un año, esto, a raíz de las denuncias en donde fue descubierta la venta de terrenos municipales por parte de Cynthia Ceballos e Ivón Hernández.
Incluso, durante el operativo de la Fiscalía Anticorrupción para lograr la captura de Cynthia Marina Ceballos Delgado, a la regidora se le recomendó “guardarse en su casa y no salir”, para garantizar su seguridad y evitar posibles represalias de parte de la alcaldesa o de Silvia Hernández, quien se encuentra prófuga.
En otro caso este año, los regidores Jesús José Coronado de la cartera de Desarrollo Social y la de Obras Públicas, Brianda Janeth Escárcega Escontrías, hermanastra de Cynthia Ceballos, tuvieron que solicitar custodia de parte de la Policía Estatal por temor a su integridad física, ya que habían recibido amenazas el pasado mes de junio.
El motivo del hostigamiento en contra de Jesús Coronado y Brianda Escárcega, fue por negarse a firmar un documento elaborado por la alcaldesa y su hasta entonces aliada, para que el Ayuntamiento “solicitara que la Policía Estatal se fuera de la Nuevo Casas Grandes y respetara la autonomía municipal”, en los días posteriores a los que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) tomó el control de la vigilancia y que la policía municipal había sido desarmada.
Como los regidores se negaron a prestarse al juego de la alcaldesa, empezaron a recibir amenazas y temiendo por su seguridad tuvieron que solicitar resguardo a la Fiscalía General del Estado (FGE), que por unos días les asignaron elementos estatales para resguardar sus actividades y evitar algún atentado en su contra.
Al descubrirse la intentona para que la policía municipal, hoy disuelta, regresara a sus funciones, la Alcaldesa minimizó las acusaciones y dijo que “sería ridículo que la Presidencia elaborara un documento de esa naturaleza”, pero los regidores se mantuvieron firmes en sus afirmaciones al aseverar que tan propuesta existió y se pretendía usar a los regidores como bloque opositor a la SSPE.
Otra de las víctimas de la alcaldesa y la secretaria de Ayuntamiento de Nuevo Casas Grandes, se encuentra el desplazamiento forzado de un reportero de nombre Dinazar Echavarría Ramírez quien fungió como director de Comunicación Social en el inicio de la administración de Ceballos Delgado.
De acuerdo con información vertida entorno a la agresión contra el periodista se dio por parte del escolta de la alcaldesa quien lo “tableó” a la salida de cabildo en presencia de los regidores.
Echavarría Ramírez había acudido a Cabildo justamente para pedir al Ayuntamiento garantías al desempeño de su labor periodística, argumentando que por publicar noticias que no son del agrado de la alcaldesa, se le hostigaba e incluso se le negó el acceso al evento público del Primer Informe de Gobierno de Cynthia Ceballos.
Saliendo de ahí ya lo estaban esperando en la puerta el guardaespaldas de Cynthia para propinarle unos tablazos por haberlos expuesto públicamente, por lo que el reportero tuvo huir de Nuevo Casas Grandes ante el temor de que irse de la ciudad temiendo por su seguridad.
Posteriormente, semanas antes de que la Fiscalía Anticorrupción capturara a la alcaldesa de Nuevo Casas Grandes, su escolta fue detenido bajo los cargos de delitos de abuso de autoridad, lesiones agravadas y amenazas contra el periodista Dinazar Echavarría Ramírez, del portal digital El Tren del Noroeste, a quien golpeó con una tabla en septiembre de 2022.
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